Tuesday, December 27, 2011

La palabra del día

Era como un juego de salón, como jugar un tutti-frutti que con una sola palabra se puede ganar. Pero diciéndola muchas veces. Perdió la cuenta de las veces que la palabra "cronograma" escapó de sus labios. Cuando las preguntas se volvían abrumadoras el Candidato volvía al mensaje, al refugio, a la palabra mágica que le había inculcado su Preparador.

El Preparador sabía hace tiempo que los hechos se habían vuelto irrelevantes. De a poco, como un acto de magia en cámara lenta, el plan político se iba desarrollando y los hechos no tenían por qué interponerse. Lo importante era el mensaje; lo importante eran las palabras, ese bingo que se esforzaban por completar: "vecinos", "autoritarismo", "agresión" y la recién llegada, "cronograma".

Al Candidato le había costado entenderlo al principio; se iba de mensaje, se ponía a improvisar y algunos periodistas --los adversarios-- lo llevaban para derroteros inesperados. Tras un par de humillaciones el Candidato aprendió a confiar, a dejarse llevar por los instintos de su Preparador: entendió que en el camino al poder a él no le correspondía más que sonreír.

(continuará...)


(inspirado por La Nación)

Monday, December 26, 2011

Se lo contó un pajarito

-¿Lo entendiste todo?
-Sí, claro.
-A ver, repetímelo.
Mirándole a los ojos y sin parpadear, el Candidato respondió al instante:
-”Khadafy no tenía un solo medio de comunicación libre y lo volteó Twitter.”
El Preparador sonrió. Era correcto y además el Candidato lo había cambiado un poco; por primera vez, para mejor. Sonaba más accesible en sus propias palabras.
-Lo volteó Twitter -volvió a decir el Candidato- A ella también, ¿no? La va a voltear -y festejó su propio chiste con risotadas. Miró de reojo a su Preparador, ansioso por ver su reacción.
-¡Eso es! -respondió el otro tirándole un hueso- Pero eso todavía no lo decimos. Vamos despacio que hay para largo... Ahora dejame que tengo que hacer unos llamados.

El Preparador había perdido la fe en la democracia hacía mucho tiempo. Era un sistema admirable, lo mejor que había podido surgir de los últimos siglos; pero como todo sistema era posible de abusar. El Preparador había entendido eso en su juventud, cuando harto de perder al sumarse a causas ridículas empezó a tomarlo todo como un juego, a mirarlo de lejos. Y fue así que adquirió una visión cínica y desapegada que lo volvió brillante y terrible.

(continuará...)

(inspirado por La Nación